El diamante es la piedra preciosa más utilizada en joyería debido a sus cualidades excepcionales. Las más relevantes son su dureza, brillo y dispersión. En el sector industrial también el diamante es muy apreciado, debido a su alta dureza.
Es de gran importancia conocer las características que definen la calidad de un diamante. Las peculiaridades que diferencian a unos de otros se conocen como las 4C del diamante (por sus nombres en inglés; color, clarity, cut, carat).
Las 4C del diamante son las siguientes:
- Color: los diamantes se clasifican en la serie incolora (son los más comunes) o colores de fantasía.
- Dentro de los diamantes incoloros, existe un amplio rango de tonos que van del incoloro total al amarillo “canario”. En este sentido, un diamante es más valioso en cuanto menos tonalidad amarilla tenga. La nomenclatura internacional del color utiliza letras que van de la ‘D’ a la ‘Z’, siendo la ‘D’ la mejor calidad (ausencia completa de amarillo).
- Por su parte, los diamantes fantasía son los que tienen color: engloban los diamantes rojos, rosas, azules, verdes, naranjas, amarillos (distintos a los amarillos de la serie incolora), marrones y negros y también los que tienen mezcla de varios colores. Su sistema de graduación es diferente y se tienen en cuenta factores como el matiz, tono y saturación del color. Conozca más sobre los diamantes fancy ›
- Pureza: mide las impurezas que tiene el diamante, tanto en su interior como en su exterior. Cuantas menos imperfecciones tenga, mayor será su grado de pureza.
- Talla: es la característica que garantiza el brillo de un diamante. Por lo general hace referencia a la talla redonda brillante y sus proporciones, simetría y acabo (pulido). El diamante mejor tallado producirá más brillo (retorno de la luz desde el interior de la piedra) y dispersión (colores espectrales, comúnmente llamados “fuego”). Esta característica depende del trabajo humano que se hace sobre la piedra (el resto son características naturales que tiene el diamante).
- Peso: las piedras preciosas se pesan en quilates (un quilate equivale a 0,20 gramos). Los diamantes más grandes son más preciados porque son más escasos.
En conclusión, la unión de estas 4C define la calidad de un diamante y, por consiguiente, le confiere valor en el mercado.
Es importante resaltar que la graduación de las 4C del diamante debe ser realizada por organismos expertos como los laboratorios gemológicos que, siguiendo una serie de normativas internacionales y de manera imparcial, determinan la calidad de los diamantes. Conozca más sobre cómo obtener un informe de las 4C del diamante.