En la segunda mitad del siglo XIX la explotación de diamantes era bastante reducida. No fue hasta el descubrimiento de las inmensas minas de Sudáfrica, que el mercado de estas gemas no creció de manera vertiginosa con el paso del tiempo.

El Culillan

Las características de este diamante tienen una gran distancia con las del resto. Sus condiciones la hacían ostentar del título de tener 3,016 quilates. Esta gema se le entregó a Eduardo VII en 1905. Este rey, ordenó convertir el diamante en 9 piezas diferentes e independientes. Los “hijos” de esta piedra preciosa de tan sorprende y singular composición, los podemos ver hoy en día engarzados en la Corona Británica. El centro que podemos ver vistiendo la cruz de la Reina de Inglaterra, sería parte de ella.

El resultado de cada uno de los nueve diamantes sacados del Culillan, son considerados joyas emblemáticas de la historia.

El diamante “Sin Nombre”

Es en Sudáfrica, en 2018, donde se encontró un diamante de 910 quilates de una calidad excepcional, según los descubridores británicos. Un diamante de tamaño equivalente a dos pelotas de golf convierte esta piedra preciosa en una de las más grandes del mundo. Calificado como el quinto diamante de mayor calidad de todo el planeta, posee una conductividad térmica más alta que el resto por su estructura singular. Este diamante fue hallado por Gem Diamonds Ltd.

Las características de este diamante son:

  • Type IIa
  • Impurezas práctica o totalmente nulas – Sólo visto en el 1 o 2% de los diamantes.
  • Color D – Especificaciones que hacen de este diamante una piedra incolora por completo.

La estrella de Sierra Leona

Esta gema de 969 quilates, como el Culillan, ha sido tallada en 17 piedras. Descubierto 1972 en Sierra Leona por mineros de vida sencilla, supuso todo un descubrimiento. Su precio llegó a los dos millones y medio de dólares americanos en New York. Este importe fue pagado por un joyero anónimo quien dividió la piedra. De los 17 diamantes resultantes, seis están en posesión Harry Winston. Un joyero reconocido de gran fama.

El Excelsior

Nuevamente en Sudáfrica, en esa tierra cargada de magia y cultura, es donde se encontró esta piedra preciosa de 995 quilates. La piedra descubierta en 1983, se talló en 11 gemas diferentes. Su posesión es anónima, aunque se conoce la cantidad que se pagó por la pieza de mayor volumen: 2,5 millones de dólares americanos.

Lesedi La Rona

Este descubrimiento reciente, de 2015, es el claro ejemplo de que la naturaleza nunca dejará de sorprendernos. En otoño de Botsuana, vio la luz este diamante de 1.109 quilates. Descubierto por la compañía Lucara Diamond Corp., este diamante se vendió en 2017 por cincuenta y tres millones de dólares americanos. El nombre “Lesedi La Rona”, tendría una traducción literal del setswana como “nuestra luz”.