En la compraventa de bienes de valor como son los metales y las piedras preciosas, los diamantes son la gema por excelencia. La más estimada y a la vez, la que debe cumplir con una serie de cualidades de las que depende su valor final.
Para escoger uno es importante el tamaño y calidad, luego de cumplir con los parámetros de calidad lo ideal será 0,5 quilates en adelante. Preferiblemente nunca engarzados, ya que en el momento del montaje se pueden producir daños por mala manipulación que disminuyen su valor.
Principales características de calidad
La calificación de calidad se basa principalmente en 4 factores principales, el tamaño o quilates, la claridad, color y el corte, conocido por sus iniciales en inglés como las 4Cs.
Los quilates se refieren al peso, 1 quilate es equivalente a 200 miligramos, al aumentar el peso aumenta el valor, pero no linealmente, un diamante de 0,95 quilates vale mucho menos que uno de 1,05 quilates por su mayor demanda en el mercado para los de más de 1 quilate.
La claridad afecta la capacidad de difracción, pocos llegan a la comercialización por fallas en su interior, como inclusiones de materiales o cristales, grietas y otros defectos, por lo que solo 2 de cada 10 llegan a ser joyas. El más perfecto se clasifica como “IF” y el que más características internas posee como P3.
El color va desde transparentes a amarillentos correspondientes a las letras D-E (River) a la M-N (amarillentos). En algunas situaciones puede poseer un color inusual que aumenta su valor considerablemente, azul, rojo, negro y en matices intensos se califican como de “fantasía”.
El corte es la única cualidad que depende de la experiencia del joyero. La que otorga diferentes cualidades de brillo y reflexión de luz. Los cortes más recomendados para la comercialización son los tipo “brillantes” y los cortes redondeados, estos aportan belleza y brillo aunque existen gran diversidad que han variado en el tiempo.
Cuando comprar o vender
Después de saber las principales características, resumidas en un corte brillante, de forma redonda y preferiblemente de más de un quilate, la pregunta es “cuando vender o comprar”. Los precios de los están anclados en su valor en dólares. Si el euro se fortalece frente al dólar es momento de comprar y en caso contrario de vender. Los diamantes se aprecian con el paso del tiempo de un 5% a un 7% anual. En un futuro, este porcentaje aumentará debido al incremento de la demanda mundial y una baja en la producción.
Los diamantes de más de 0,3 quilates deben acompañarse de un certificado de autenticidad emitido por un laboratorio de gemológico con larga trayectoria, como EGL, GIA o IGL.