Desde ahora el diamante no solo será una piedra preciosa escasa con variedad de cortes, color y brillo de mayor presencia en las joyas reales. También pasó a integrar el acabado de lujo del producto industrial impulsor del desarrollo económico y social del siglo XX: el automóvil. Rolls-Royce el mayor fabricante de coches de lujo, con más de 100 años liderando un mercado para clientes millonarios, vuelve a consolidar este nicho con el brillo de su nueva pintura hecha con 1.000 brillantes triturados.
Bespoke ¿maestros del lujo o campeones de la extravagancia?
El equipo de diseñadores Rolls-Roice que labora en Goodwood, Inglaterra, entre sus creaciones más recientes para Bespoke -el departamento encargado de los pedidos a medida- destacan: una colección de 50 automóviles con enfriador de champaña y un cristal para servirlo con 8 copas. El color exclusivo Fux Blue preparado para pintar el modelo Pebble Beach Dawn, un pedido a medida de Michael Fux, coleccionista de vehículos estadounidense creador de su propio color Fux Blue, para su uso personal exclusivo; y ahora, la pintura de brillantes.
Un mil diamantes convertidos en polvo para cubrir un coche
Para Rools-Royce, fabricante de automóviles de lujo con 100 años satisfaciendo la vanidad y excentricidad de mujeres y hombres acaudalados del planeta, todos motivados por destacarse todavía más entre los privilegiados del mundo, se encargó de vestir con piel de diamante su modelo de Rolls-Royce Ghost Elegance. La empresa hizo público su diseño de creación más reciente: la pintura de un coche de lujo más cara del mundo.
Rolls-Royce ha informado a la opinión pública sobre todo el proceso, desde la selección de los brillantes, su triturado. La mezcla con materiales que permiten el máximo brillo de los mini fragmentos de modo uniforme, su aplicación y acabado. Esto, es muy probable que aumente la fama del departamento hecho a medida. Algunos artículos de prensa calificaron este acontecimiento como “la concepción exótica de multimillonarios aburridos”. Además de catalogar de “derroche sin escrúpulos ni concepto de obscenidad” el pedido, aceptado por el fabricante.
Diamond Stardust es el nombre de la pintura creada por Rolls-Royce para cubrir la carrocería en uno de sus modelos emblemas fabricados para el mercado de coches de lujo. Con esto elevó su fama. Decoró un automóvil con una pintura que brilla por el destello luminoso de millones de fragmentos de diamantes escogidos por su calidad, garantizando no solo emplear la pintura más cara del mundo hasta ahora, sino la que también hoy más brilla.