Puede ser difícil distinguir entre el diamante y la zirconia cúbica. Tanto si este dilema se ha planteado para un anillo de compromiso o como si es para un brazalete, puedes optar por uno sobre el otro debido al coste, corte, color o calidad de la gema.

Además de tener composiciones de materiales y estructuras de cristal completamente diferentes, también tienen múltiples características visuales únicas y específicas. Si bien las características exactas de la piedra dependen de una variedad de factores, como su integridad física y calidad, hay algunas formas clave de diferenciarlos.

Dispersión de luz y refracción

Dependiendo del diseño de tu anillo y de tu estilo personal, es posible que desees una piedra con un mayor grado de fuego o brillo. Esto se determina por la forma en que la luz pasa a través de la piedra, y existe una gran diferencia entre la zirconia cúbica y el diamante.

La zirconia cúbica produce mucha más luz de color que el diamante. Esto puede hacer que la piedra se vea aún más impresionante que un diamante comparable, pero también ayuda a revelar su autenticidad. Esta diferencia es aún más obvia en piedras más grandes. El aspecto brillante de la zirconia cúbica es llamativo, pero puede parecer bastante diferente de los diamantes auténticos.

Calidad y grado de impecabilidad

Si estás tratando de ahorrar dinero en un diamante, optar por incluir algunas imperfecciones adicionales puede bajar drásticamente el precio sin cambiar la apariencia de la piedra, al menos a simple vista. Además, es muy raro que un diamante natural sea perfecto, por lo que no es un gran déficit de todas formas.

Pero la zirconia cúbica, que está hecha artificialmente, se crea exclusivamente para que sea perfecta. Tener una piedra perfecta puede anunciar la calidad impecable de un diamante de primera categoría, o revelar que su piedra no es un diamante. Si quieres engañar a la gente, cuanto más pequeña, mejor. En cualquier caso, ten en cuenta que la apariencia brillante, similar a una bola de discoteca, de la zirconia cúbica es difícil de comparar con un diamante claro y brillante que está libre de imperfecciones.

Características de los materiales y dureza

Los diamantes son considerablemente más duros que la zirconia cúbica, lo que los hace más resistentes a los rasguños y los signos generales de uso. En consecuencia, una pieza de diamante probablemente requerirá mucha menos atención y cuidado que una pieza de zirconia cúbica comparable.

No obstante, aunque la zirconia cúbica es más susceptible al daño, es más densa y pesada que un diamante. Esto no siempre conduce a una diferencia dramática en el tamaño, pero puede ser notable dependiendo de la forma y el peso en quilates de la piedra.

Diferencia en el coste

Una de las principales razones por las que las personas prefieren la zirconia cúbica en lugar de los diamantes es la gran diferencia en el precio. Lo que te costaría menos de 100 euros en zirconia podría costarte más de 9.000 euros si cambiaras la piedra por un diamante. Por esta razón, es una opción popular para las personas que desean una piedra grande y llamativa sin gastar miles de euros para conseguirla.

Durabilidad y mantenimiento

El mantenimiento es una parte importante de poseer cualquier pieza de joyería, y todas las piedras no se crean por igual. Cuando se trata de la longevidad y la resistencia general a lo largo del tiempo, los diamantes funcionan mucho mejor que la zirconia cúbica.

Los verdaderos diamantes son increíblemente duros y fuertes, lo que los hace resistentes a una gran cantidad de desgaste a la que otros materiales son susceptibles. La zirconia cúbica es un material mucho más suave que es más fácil de rayar y raspar. Esto también hace que las piedras sean mucho más sensibles a la suciedad, los aceites o incluso las lociones que los diamantes. De modo que para mantener el brillo y la apariencia de la piedra, se puede esperar que la zirconia requiera mucho más cuidado y atención que un diamante similar.

¿Cuál es mejor?

El diamante y la zirconia cúbica comparten algunas características clave, pero varían mucho en términos de calidad, longevidad y precio. Si buscas una pieza de larga duración que pueda soportar generaciones de uso sin mucho mantenimiento, los diamantes son el claro ganador.

Si estás buscando una piedra barata pero brillante, hermosa y atemporal, la circonita cúbica podría ser la mejor opción.

Antes de elegir, considera tus necesidades. Desde lejos, las diferencias son menores; pero, en última instancia, elegir un diamante en vez de una piedra de zirconia cúbica puede transformar completamente tu pieza.