Si bien es cierto que podrían convertirse en eternas, las joyas con diamantes, con el paso del tiempo, van perdiendo su luz. En Gemodiam nos gusta asesorarte en todo lo relacionado con los diamantes, por ese motivo, en este artículo hablaremos sobre cómo cuidar y conservarlos de forma correcta para que disfrutes de esos tesoros como si fuera el primer día.

Un diamante puede durar mucho si sabes como cuidarlo y conservarlo de forma correcta. Con el paso del tiempo un diamante reluciente va perdiendo su luz. Por otra parte, debes saber que un diamante no es inquebrantable. Si bien es cierto que una de las características principales de esta joya es su dureza, ya que es uno de los minerales más duros que existen y está protegido ante los rayaduras, se puede romper. Por esa razón nuestro primer consejo es que evites cualquier impacto.

Factores clave de la conservación

Otro factor que puede enturbiar el brillo de tus diamantes es el uso de las cremas y jabones o aceites con los diamantes puestos. La grasa que contienen estos productos de cuidado y limpieza de la piel puede cubrir el diamante con una capa o sustancia que no lo deja mostrar su luz y brillo natural. Cuando utilices estos productos trata de quitarte las joyas para evitar que estas pierdan su brillo con el tiempo.

La limpieza de estas piedras preciosas es muy importante pero no se debe hacer con los productos que utilizamos para la piel ya que se debe hacer de otra forma. Para limpiar correctamente los diamantes puedes dejarlos en remojo con agua tibia y un poco de detergente antigrasa. Después con un cepillo con las cerdas suaves puedes frotar con cuidado y secar con una toalla o un trapo. De esta manera mantendrás los diamantes limpios para que muestren todo su esplendor y brillo.

Aunque antes hayamos dicho que es imposible que un diamante se raye, lo único que puede rayar un diamante es otro diamante. Esto lo deberías tener en cuenta a la hora de guardar tus diamantes. Intenta guardarlos por separado y sin que se toquen ya que un diamante duro puede rayar otras gemas de menos dureza.

Por último es importante decir que las pulseras y los anillos son las joyas más vulnerables que existen en nuestro joyero ya que son las que más expuestas están a cremas, jabones y aceites. Ten en cuenta eso a la hora de utilizar estos productos.